Mi vecina es una hermana hermosa, delgada y con un trasero precioso. Como soy vecina, a veces la ayudo. Un día perdí mi llave. El dueño del apartamento estaba de viaje y no tenía llave de repuesto. Sin saber qué hacer, Kashii-san me atrapó y me invitó a quedarme en su habitación por unos días. Mirando toda esa lencería seductora, junto con el hecho de que ella seguía apuntándome con su hermoso trasero, ya no pude mantener la cordura. ¡Inmediatamente corrí a masajearla, inhalé el aroma de su cuerpo y luego inserté mi polla erecta en ella! Ella no pareció rechazarme en absoluto. Siempre decía que esta era la última vez, pero durante estos tres días, no sé cuántas veces disparé mi esperma dentro de ella...
